Cuando sufrimos una lesión como un esguince o un golpe fuerte, muchas veces recurrimos al hielo para calmar el dolor y reducir la inflamación. Sin embargo, ¿es realmente beneficioso para la recuperación?

Durante años, se nos ha dicho que el hielo es la solución rápida, siguiendo el protocolo RICE (reposo, hielo, compresión, elevación). Sin embargo, estudios recientes nos invitan a reconsiderar su uso. El Dr. Gabe Mirkin, creador de dicho protocolo, admitió en 2015 que «el hielo retrasa la curación». Esto es porque el frío disminuye el flujo sanguíneo y las respuestas celulares naturales necesarias para reparar el tejido dañado.

La inflamación es parte esencial del proceso de curación, ya que ayuda a que las células reparadoras lleguen a la zona afectada. Usar hielo de forma excesiva podría interferir con este proceso y aumentar el riesgo de fibrosis o de una recuperación incompleta.

🔑 ¿Qué debemos hacer en su lugar? La clave es un enfoque equilibrado. Consultar a profesionales de la salud es fundamental para decidir el tratamiento adecuado, y siempre tener en cuenta que cada lesión es única. La rehabilitación personalizada y un seguimiento adecuado son esenciales para una recuperación completa.

En Clínica Leal Graciani, te acompañamos en cada paso de tu recuperación. No solo te brindamos el tratamiento más avanzado, sino que te orientamos para evitar mitos y enfoques anticuados.

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